Pandemia por el Covid-19 reveló que no estábamos preparados para un evento de esa magnitud. El virus que comenzó a expandirse desde noviembre del 2019 dejó en evidencia una serie de problemáticas que veníamos cargando desde mucho antes.
Incremento de las alteraciones en la salud mental, violencia intrafamiliar, crisis económica, malas condiciones del sistema de salud son solo algunas de las ellas; no obstante hay un sector de la población que no solo está propenso a todas estas situaciones, sino que además, es víctima de una invisibilización constante en su condición de trabajadores; las personas que se dedican a las artes y la cultura.
Según datos de la Unesco[1] las instituciones culturales están cerradas en 128 países y parcialmente cerradas en 32 países a causa de la pandemia. En nuestro país se detuvieron producciones audiovisuales, conciertos, obras teatrales, entre muchas otras actividades. Sin duda una medida necesaria para evitar el contagio, pero con un daño colateral grave que deja a miles de personas, ya precarizadas, sin ningún tipo de ingreso y, en regiones como la nuestra, con muy poco apoyo.
Si bien, la Unesco señala la importancia de la cultura en momentos como este “El COVID-19 ha puesto en evidencia la indispensabilidad de la cultura para las comunidades […] La cultura nos ha servido de apoyo durante este período de enorme ansiedad e incertidumbre[2]; la verdad es que quienes la hacen posible, en su mayoría viven momentos realmente duros. ¿Las causas? muchas, pero sin duda que el problema de que no sean reconocidos como trabajadores y no se les dé importancia a su labor hace que parezca que son dispensables.
¿Por qué pasa eso?
Un problema general que tiene nuestro país es que no le damos valor a las acciones culturales y por ende, minimizamos la relevancia de sus efectos y a quienes lo realizan. Un ejemplo de aquello, son las conocidas afirmaciones: “como artista te vas a morir de hambre” (bueno en pandemia en Chile, puede ser), “eso es para gente con plata”. Otro ejemplo, es cuando confunden las expresiones artísticas como “eventos o shows” que sólo sirven para distraerte un rato y nada más, pero la verdad es que, ¡SORPRESA!, no es así. Ser espectador te proporciona una serie de beneficios ligados a la comprensión del mundo y al entendimiento de las emociones (bueno otro punto en que estamos en deuda como sociedad chilensis).
Para aportar con argumentos válidos, cabe mencionar un estudio de la universidad de La Rioja de España: “Las manifestaciones artísticas, sean del tipo que sean, tienen como finalidad comunicar emociones, expresarlas y activarlas en los emisores y receptores. El desarrollo de la función terapéutica del arte es algo planteado por investigaciones desde hace siglos” [3]
Es más, el trabajo ya precarizado que vivimos en Chile con contratos a honorarios “subordinados” semi estable y fiesta de sushi en mayo, no es una realidad para cientos de personas que viven, SORPRESA NUEVAMENTE, de las artes.
Las razones de esta poca valoración pueden ser muchas (LA DICTADURA, no tengo pruebas, pero tampoco tengo dudas) o el modelo económico del exitismo (que implantó la dictadura) que nos motiva a la explotación de los recursos naturales y generación de ingresos (lo podemos ver en alguna otra nota), que nos ha reducido a un mundo sumamente consumista.
Trabajadores de las artes y la boca te queda ahí (Léase con el tono de mamá amenazante)
El otro problema que existe, es que somos inconscientes del verdadero engranaje que mueven las artes. Por ejemplo, para que un grupo de música toque en un escenario se necesita de que los instrumentos estén en buenas condiciones, para ello hay gente que calibra o arregla, además, durante la presentación tienen que contar con técnicos que velan por el sonido, la iluminación, fotógrafos que hacen los registros, ilustradores y diseñadores que hacen los afiches, etc. En las artes escénicas es aún mayor si le sumamos quienes hacen el vestuario y las escenografías y si hablamos del mundo audiovisual ya la situación es aún más impresionante. Obvio que hay casos y casos y diversos niveles de producción; pero espero que se entienda la idea de todo lo que implica y acciona la realización de una actividad artística.
Si bien hay esfuerzos impulsados por instituciones como Banco Interamericano de Desarrollo, MINCAP, ProChile y asociaciones gremiales por promover las industrias creativas o economía naranja, que ojo en países como Colombia e Inglaterra efectivamente tienen impacto positivo en el PIB [4], estamos aún en pañales y seguimos muy en la informalidad.
Es justamente esta informalidad la que precariza y hace muy difícil la situación de los trabajadores de las Artes, ya que al no tener acceso, muchas veces, a sueldos estables mensualmente, tampoco tienen tipos de contratos, muchos ni siquiera boletean (emitir una boleta de honorario) a sus empleadores y en otros casos (más de lo que quisiéramos) dependen de los fondos que se otorgan a nivel nacional o regional para subsistir.
Por ello están en una especie de dimensión desconocida, ya que no son considerados por ministerios como el del trabajo como fuente laboral, siendo que en realidad lo que hacen es un TRABAJO que muchas veces es peligroso y no cuentan con nada que los asegure en caso de accidentes o, incluso, cuando llegan a la vejez. Aquí es fundamental cambiar el lenguaje para reconocerlos como trabajadores de las artes, donde no se nos olvide que muchos de ellos son profesionales y técnicos con estudios y maestrías de nivel superior.
La Pandemia y las soluciones
Lugares como Alemania calificó, en medio de la crisis, a la cultura entre los bienes de primera necesidad y la ha incluido dentro del rescate financiero programado por el Gobierno de Angela Merkel que, entre otras medidas, ha entregó 120.000 millones de euros para sostenimiento del empleo y una línea de liquidez ilimitada a la que podrán acceder desde grandes teatros hasta pymes y profesionales afectados por la cuarentena cultural[5].
Otros lugares, sobre todo en EEUU, desarrolló una serie de iniciativas en apoyo a los artistas. Estas más ligadas a la beneficencia, pero que buscan generar becas y manutención para trabajadores de las artes[6]. Mientras que en Chile, con todo lo antes mencionado, estamos en serios problemas.
A pesar de la activación de planes desde el MINCAP[7], muchos de estos siguen el formato de la concursabilidad que, básicamente, es postular a un fondo y esperar el resultado. “Como Ministerio somos conscientes del impacto que esta emergencia sanitaria está trayendo para las Culturas, las Artes y el Patrimonio. Es por eso que hemos generado un plan de acción que permita hacer frente a esta realidad, y de esta manera proteger y ayudar al sector, tanto a través de las instituciones que son parte de nuestro ecosistema, como de los propios artistas y agentes culturales y patrimoniales”, explica la ministra de las Culturas, Consuelo Valdés[8].
Además, se activaron planes de ayuda a través de donaciones para algunos elencos estables[9] y algunas instituciones han buscado métodos de contratación para eventos online que puedan servir como ingreso para los artistas, la situación sigue siendo precaria.
No podemos olvidar que hoy vivimos una crisis mundial con altas tasas de mortalidad y con personas que se encuentran sin poder trabajar, quienes temen por la ausencia de recursos básicos como la comida; entre ellos, algunos que se dedican a las artes y que de manera indirecta nos han permitido hacer más llevadera esta situación. Dicho lo anterior te invito a tomarte un tiempo y pensar en la cantidad de música que escuchas al día, las series, películas o novelas que ves y piensa todo el trabajo que hay detrás para que eso se realice. Que, en realidad, la mayoría de esas personas son independientes y reciben muy poco por su trabajo (al menos en Chile). Ahora imagina las obras que ves en la ciudad, la danza, la música, el circo. Quienes en una región como la nuestra, trabajan para que podamos disfrutar y reflexionar.
Para cerrar les invito a leer esta nota de EL MUNDO, sobre los cambios que la pandemia traerá en la cultura.
[1] https://es.unesco.org/news/unesco-lanza-movimiento-resiliart-artistas-y-profesionales-cultura-hacer-frente-covid-19
[2] https://es.unesco.org/news/tiempos-crisis-personas-necesitan-cultura
[3] https://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:yj_mxE-QPGYJ:https://revistas.ucm.es/index.php/ARIS/article/download/56350/52912/+&cd=15&hl=es-419&ct=clnk&gl=cl y https://eldefinido.cl/actualidad/mundo/7381/Los-infinitos-beneficios-del-arte-en-nuestro-cerebro-segun-la-ciencia/#:~:text=Por%20otra%20parte%2C%20las%20artes,el%20comportamiento%20en%20los%20ni%C3%B1os.
[4] https://www.hacienda.cl/glosario/pib.html y https://www.dinero.com/economia/articulo/cuanto-pib-generan-las-industrias-creativas/280316
[5] https://www.abc.es/cultura/abci-alemania-incluye-cultura-entre-bienes-primera-necesidad-202003180142_noticia.html
[6] https://mymodernmet.com/es/apoyo-economico-artistas-coronavirus/
[7] Ministerio de las Culturas, las artes y el Patrimonio
[8] https://www.elmostrador.cl/dia/2020/05/02/ministerio-de-cultura-anuncia-plan-para-apoyar-al-sector-en-medio-de-la-pandemia-incluye-adquisicion-de-contenidos-y-pago-a-musicos-por-streaming/
[9] https://radio.uchile.cl/2020/05/18/ceac-inicia-campana-en-beneficio-de-artistas-afectados-por-crisis-del-covid-19/