Pese a vivir en una curvita sudamericana con un legado histórico milenario, el globalizado mundo en el que vivimos -donde estamos híper conectados- nos mantiene bajo una hegemonía cultural-mercantil de Estados Unidos, mediante la cual comenzamos a incorporar a nuestro cotidiano, diferentes elementos tradicionales como la Noche de Brujas.
Conocida como Halloween, esta celebración llena de disfraces, dulces y terror tiene una carga histórica importante que de a poco nos hace olvidar otra forma de ver la muerte, la que es menos terrorífica y más llena de emoción.
Un poco de información:
Tras googlear un poquito, pareciera que el inicio viene de una tradición popularizada por el catolicismo, incluso Halloween quiere decir «la noche anterior al Día de Todos los Santos»[1]. La Iglesia católica instituyó esta fecha en honor de los que «gozan de la vida eterna en la presencia de Dios» y que no aparecen en santorales o no se conoce su nombre[2] (ya acá saludamos a todo el resto). En algunos lugares se realizaba una vigilia antes de efectuar las tradiciones de visitar a los difuntos en cementerios o recordarlos.
No obstante, PREVIAMENTE AL CATOLICISMO (léalo como comienzo de capítulo de serie de acción gringa), Halloween se asocia a un antiguo festival de los celtas llamado Samhain que celebraba el término de verano y que tiene relación con el fin de los periodos de cosechas.
“Los celtas, al igual que muchas culturas prehispánicas, creían que en Samhain los espíritus de los muertos regresaban a visitar el mundo de los mortales y acostumbraban a dejar comida y dulces afuera de sus casas en manera de ofrenda. Por otro lado, era común encender velas para ayudar a las almas de los muertos a encontrar el camino hacia la luz y descanso junto a Lugh[3]”.
Con los años y el aumento del catolicismo, ese tipo de celebración se le categorizó como algo pagano ligado a lo oculto, los místico y por lo mismo QUE DABA MIEDO, de ahí que se generó una verdadera cultura al terror avalada por una tradición de historias que se han masificado a través de libros y películas en la actualidad.
Latinoamérica
Como en esta parte del continente la tradición «católicapostolicaromana» pegó fuerte (por no decir que fue impuesta a sangre borrando las culturas pre hispánicas que habitaban acá; REAL TERROR), y porque nuestra fecha de cosecha es distinta, la celebración a nuestros muertos fue mutando en diferentes lugares. Donde dejamos de lado lo solamente y compungido por fiestas donde se recuerda con mucho cariño a quienes han partido, quitando este manto de miedo al más allá y sintiendo que aún están con nosotros.
Ejemplo de ello es lo que ocurre en México con la celebración a la muerte o en Bolivia con la Ñatitas que muy pronto tendremos el honor de compartir por nuestra web.
Con todo esto damos inicio a unos días ligado a las diferentes visiones de esta fecha, porque sin dudas el TERROR Y LA MUERTE ESTÁN EN LLAMAS.
[1] Este término surge de la contracción de dos palabras: La primera, «Hallow» que en inglés significa santo o persona santificada, —lo que refiere a la festividad de Todos los Santos— y la parte «een», es la contracción de «eve», que en inglés hace mención a la noche anterior.
[2] Más info sobre esta fecha desde una visión más religiosa: https://acoger.cl/diferencias-entre-el-dia-de-todos-los-santos-y-el-dia-de-los-muertos/
[3] https://www.ngenespanol.com/traveler/cual-es-el-origen-de-halloween-samhain/